El cierre invisible en plano es una técnica de crochet que se utiliza para unir el último punto de una vuelta con el primero de manera casi imperceptible, creando un acabado limpio y profesional. Es especialmente útil en proyectos trabajados en redondo, como mandalas, posavasos o tapetes, donde se busca que la transición entre las vueltas no sea evidente.
Pasos para realizar el cierre invisible en plano:
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Cortar el hilo: Una vez que completes la última vuelta, corta el hilo dejando una hebra suficientemente larga para trabajar el cierre.
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Sacar el hilo del último punto: Usa el gancho para pasar el hilo sobrante completamente a través del último punto, asegurándote de que quede bien ajustado.
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Insertar la aguja: Con una aguja lanera, introduce el hilo en el primer punto de la vuelta (normalmente bajo las dos hebras superiores del punto).
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Pasar por el último punto: Lleva el hilo de regreso al último punto de la vuelta, insertándolo en el centro del punto y tirando suavemente hasta que la unión parezca una continuación natural de los puntos.
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Ajustar y asegurar: Acomoda el hilo para que quede uniforme y luego escóndelo entre los puntos del reverso de la labor.
Ventajas del cierre invisible:
- El acabado es más prolijo que un cierre con punto raso.
- La unión es difícil de detectar, lo que realza la estética del proyecto.
- Evita abultamientos o marcas que pueden alterar el diseño.